jueves, 2 de enero de 2014

EL DESPLEGAR DE LAS ALAS


 
 
 
 
Lo último que me dijo fue que quería volar hacia el ocaso.

La palidez de su rostro y la flacidez de sus sonrisa, delataban un ánimo desasosegado y abatido.
Antes, su pelo brillaba al sol, sus ojos mostraban afán desmesurado por vivir, y solía reír a carcajadas con los niños.

Un buen día todo cambió, dejó de buscar la belleza en las cosas pequeñas, salía desaliñada a la calle. Y yo preguntaba: ¿por qué?.

Amaba su mirada pícara y malévola cuando quería gastarme una broma, y yo pregunté: ¿por qué?.
Amaba cuando cantaba desafinando, y volví a preguntar: ¿por qué?.
 
Nunca recibía respuesta, la última vez una caricia sobre la piel de mi rostro, entonces comprendí, cuando el violáceo cerco que rodeaba su brazo y los rasguños a medio curar de su cuello se me mostraron desnudos del pañuelo y las mangas con que solía cubrirlos.


Más que nunca pregunté: ¿por qué?
 
 

Carmen Franco S.

(Por favor respetar autoría)

Imágenes descargadas de Internet
 




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