martes, 16 de agosto de 2011

MARÍA "Un Árcángel enviado por Dios"








Nació de tez blanca y cabello dorado, los mimos y la ilusión de la niña, tardía después de tanto equipo varonil, no nos permitían ver lo que luego impactó sobre nuestros corazones. Seguía siendo bella y hermosa como la misma naturaleza, pero una cárcel impedía a su voz quebrar el llanto, a sus manos abrazar a sus amigos de algodón, y a sus piernecitas gatear entre flores, y los ojos de los que la observábamos ya no miraban igual. Se había convertido en un ser frágil, casi sin esperanzas de proyectos futuros. Pero existía una persona a la que le daba igual, quería verla crecer, reír, ruborizarse y disfrutar a su manera de lo que la vida le pudiera ofrecer.

María, ahora mujer, Arcángel, ilusionada por lo que los años le van concediendo, ha sido desde siempre dotada de un gran regalo, un servidor para tan ilustre figura, su Ángel. 


Joven cuando su hija nació, decidió dedicarse en cuerpo y alma a ella, serían una sola vida, un solo amor, un solo esfuerzo para salir adelante. Ahora en su madurez como persona y como madre sigue velando por esa hija, que le vino como un regalo divino, porque ni las dificultades le restaron ánimo de lucha.

María, mujer, solo tiene un secreto, nunca podrá caminar, pero no importa, tiene un bastón a su derecha que la ayuda a pasear, a viajar y a realizar todas aquellas cosas que, por ser alguien tan especial, necesita.

Ángel, madre, amiga, y enfermera todas las horas del día, ve coartada su libertad íntima pero recibe una libertad mayor, la de amar y servir a alguien como mi querida María.

Ángel, madre, amiga, esposa y… hermana




 



 DEDICADO A  MARU Y A  MARÍA, CON TODO MI AMOR.


 Autora: Carmen Franco (Miembro del Club de Letras de la UCA y de la Revista Literaria Spéculum). Respetar autoría.


Imágenes: extraidas de Internet
 

domingo, 7 de agosto de 2011

REFLEXIONES DE CARMEN


Para mis amigas de "MASKAMIGAS"


Autora: Carmen Franco Sánchez (Miembro del Club de Letras de la UCA y de la revista Literaria Spéculum)
Diseño: Mi querida amiga Pury Cespedosa Berrocal. 
 





sábado, 6 de agosto de 2011

MADERA VIVA



Es lo último que veo al acostarme y lo primero al levantarme.
Miro hacia afuera y ahí está. Según el sol le refleje, me mira con ojos tristes o llenos de luz. El bamboleo de sus brazos, y el susurro de los cantos que encierran sus entrañas me hacen entornar los ojos para meditar.

Veinticuatro años juntos; le vi crecer, hacerse adulto mientras me observaba. Yo también crecía, pero sólo él me veía por dentro tal cual era. Sólo él me vio llorar, gritar, reir, quejarme de mi dolor, y nunca, nunca decía nada. Pero yo sabía que estaría ahí cuando lo necesitara, cuando ya no pudiera más.

La lluvia le gusta, le limpia el polvo acumulado con los meses, y cuando lo toca, lo que antes era un susurro, después se convierte en una bella canción.

A veces creo que sus brazos alcanzarán mi ventana y abrazarán mi cansado cuerpo, pero se retira... el viento no le deja llegar hasta mí. Otras veces no le oigo; calla. Sé que el aire se llevó esa parte de él que me daba la calma, y miro a través de los cristales pero no le encuentro. Sólo algunos fragmentos rocían la acera y su esquelético cuerpo me hace llorar. Pero enseguida, me consuelo pensando que en apenas tres meses volverá y de nuevo sentiré el fresco olor a eucalipto que desprende su alma.

Carmen Franco (Miembro de la revista Speculum y del Club de Letras de la UCA)
Fotos :Extraídas de Internet


domingo, 13 de marzo de 2011

RESURGIR DE NUESTRAS ALMAS




Es difícil dejar de pensar en qué es lo que nos espera con tantos desastres naturales y no naturales repartidos por el mundo. Quiero creer que son fases de la historia del ser humano, pero que pasarán, como lo han hecho otras, siempre que sea perjudicando lo menos posible a los más inocentes.

Nuestras defensas emocionales nos permiten seguir adelante aunque nuestros corazones se llenen de llagas por los tsunamis, terremotos, volcanes en erupción, inundaciones por las lluvias constantes... el deshielo del ártico. Continuamos corriendo para ir a trabajar, recoger a los niños del colegio, el estrés nos inunda, incluso aceleramos en el amor. Las personas no quieren comprometerse con los demás, prefieren amores pasajeros, no tienen tiempo para enamorarse con lo que ello conlleva, pasear por los parques, cenar en la intimidad, reir con las películas antiguas de Laurel y Hardy. A veces pienso que cuando quieran darse cuenta de que están equivocados, y de que hay que vivir mejor la vida, será tarde, no aprendemos de nuestros errores y cada vez está más claro el refrán: “El hombre es el únnico animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, la verdad es que ya hemos tropezado muchas más.

Yo, personalmente, intento ralentizar el tiempo lo más posible, por eso intento hacer útil cada momento de mi vida, reir con mis nietos, contarles cuentos y jugar con ellos, celebrar cumpleaños llenando globos, aunque quede exausta. Pasar el mayor tiempo posible haciendo aquello que me hace feliz, echarlar con mis hijas, escribir, leer, disfrutar de los amigos... Hace algunos años dejé de buscar la felicidad, me di cuenta en cierto momento que la llevaba conmigo, sólo tuve que cambiar el orden en mis prioridades. También tengo que reconocer que padecer de una enfermedad me ha ayudado en ello (la parte positiva del lado negro de la salud), he aprendido con ella que las pequeñas cosas tienen mucho más valor, y que el arte de vivir se aprende viviendo la propia vida y la de los demás.

HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL JAPÓN









Imágenes extraidas de internet
Escrito por: Carmen Franco (Miembro del Club de Letras de la UCA y de la revista literaria SPÉCULUM.

jueves, 13 de enero de 2011

MASKAMIGAS

Quisiera contar una pequeña historia:


Había una vez nueve chicas. Cada una tenía su propia vida,y todas ellas diferentes. Un buen día y por mediación de una amiga en común, se reunieron a través de Internet y crearon un foro.

Poco a poco y a través de charlas, mensajes y alguna quedada, empezaron a conocerse de verdad. Crearon un vínculo de auténtica amistad, al principio creían que sólo les unía la enfermedad que padecían, pero luego descubrieron que además existían unos lazos mucho más invisibles que sus dolencias.

Los sentimientos, de soledad, frustración, sufrimiento por el dolor, e incomprensión que todas sentían, las acercaron entre sí hasta tal punto que estaban dispuestas a todo las unas por las otras.




Todas tenemos familias, amigos y conocidos muy cerca de nosotras, pero este grupo de mujeres hemos conseguido que en la lejanía, porque cada una pertenecemos a distintas ciudades españolas e incluso a distintos paises, seamos a veces más que familia, más que amigas y más que conocidas.

Algunas, quizás nunca podamos conocernos, por motivos económicos y de distancia física, pero si somos capaces de querernos y de apoyarnos en los momentos más difíciles de nuestras vidas.

Las fibropositivas”, como comenzamos a llamarnos, o “Maskeamigas” como nos autodenominamos ahora, nos estamos convirtiendo en un grupo compacto de personas, mujeres, y amigas que intentamos vivir el día a día como si fuera el último.

Pero existen muchos muros que la mayoria de las veces se interponen en nuestro camino para impedírnoslo. 
 La propia familia, los amigos cercanos (en la distancia), los compañeros de profesión (para quien por suerte tiene trabajo), incluso el peor de todos esos obstáculos, nosotras mismas, que creemos que dándo a los que nos rodean todo aquello que desean de nosotras estarán contentos y por consiguiente esa felicidad sólo producirá beneficios en nosotras. Estábamos equivocadas y ahora es cuando lo podemos apreciar, ahora que compartimos entre todas, como si algo superior lo hubiese planeado, casi las mismas situaciones sociales. Ahora estamos aprendiendo que todo es al revés, que en realidad somos nosotras las que debemos estar sanas, alegres, satisfechas y llenas de amor para poder transmitírselo a los nuestros, y que ellos, entonces sí, podrán recibir lo ansiado.




 Autor: Carmen Franco
Imágenes: extraídas de Internet.




LUCHA INTERIOR


Amor desencadenando injusticias, palabras provocando dolor, caricias perdidas en el aire, aliento que provoca el ahogo, suspiros que dejan escapar el alma.

 

 
¿Cuánto tiene que soportar el ser humano antes de darse cuenta de que la felicidad está justo al lado de la infelicidad, y que sólo tiene que volver la cara para verla?

¿Cómo vivir esperando un momento que nunca llega?

¿Cuándo decir las palabras exactas en el momento exacto?


¿Dónde me lleva este camino?

¿Qué poder tiene sobre mí?

¿Podré vivir sin la injusticia, sin el dolor, sin las caricias perdidas, sin ahogarme, sin alma?

Quizás las respuestas la encuentre, en la libertad.



Autor: Carmen Franco
Imágenes: extraídas de Internet