viernes, 19 de junio de 2015

ENAJENACIÓN MENTAL







¡Maldito niño!- decía por lo bajo el conductor del autobús, mientras un niño de unos cinco años y sentado sobre la falda de su madre en el asiento situado directamente detrás del sufrido chófer, daba golpecitos con una cuchara en la barra que separaba a ambos.

La madre, que sonreía y charlaba con la vecina del 5º que también venía del mercado, subió en la primera parada y su meta era la última, ¡y el niño con los golpecitos!. Aún quedaban cuatro, ¡y el niño con los golpecitos!...tres... ¡ y el niño sigue!...dos... ¡tranquilízate Paco que ya queda menos!- musitaba el hombre enrojecido ya por la desesperación... una,.. ¡por fin!.

La progenitora del susodicho personajito dijo a la vecina: ¡anda, ya se me olvidaron los melocotones!, ¿te vuelves conmigo al mercado y así nos damos otro viajecito en el autobús?, a lo que la vecina asintió encantada.

Paco, con las venas de la frente a punto de reventar, bajó del autobús y tras colocarse en medio de la autovía, dejó que un todo terreno que iba a más de ciento cuarenta se lo llevara por delante.

Una nota en el periódico del día siguiente, titulaba: “ El conductor de un autobús se suicida sin motivo aparente”


Autora: Carmen Franco Sánchez

Imágen descargada de Internet (www.imagui.com)



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