jueves, 7 de octubre de 2010

TOCARSE ES SANO / REFLEXIONES


El otro día perdí mi teléfono móvil, ¡que sofoco me entró!, menos mal que tenía guardada una copia de la tarjeta de memoria con todos los teléfonos de mis contactos y que a su vez tenía guardados en mi agenda de mano por si acaso ocurría lo que al fin pasó. Pero ese no fue el único problema con el que me encontré, resulta que iba a estar todo el día ilocalizable, al mismo tiempo que no podría llamar a nadie, ¡eso me puso de los nervios!.




Parece mentira pero ya no recuerdo como era mi vida antes de comprarme el primer teléfono móvil, ¿cómo podía subsistir sin el?
El teléfono móvil (que ya no es tan sólo un teléfono), se ha convertido en una parte más de mi cuerpo, o si no ¿cuántas felicitaciones de Navidad hubiera enviado este año?, es otro medio de comunicación equivalente a las cartas, telegramas, postales, etc.

Pero si me pongo a pensar…. ¿y la satisfacción de ir a comprar esas felicitaciones que tanto nos gusta, o pensar que le escribes a tu amigo del alma para felicitarlo y que le llegue al corazón?, ¿y recibirlas para después decorar el árbol o la chimenea y que todos envidien la cantidad de gente que se acuerda de ti?.



Hemos caído en un torbellino sin sentido de silencios perjudiciales para la salud. No me refiero a ese silencio que de vez en cuando necesitas para meditar y poner en orden tus ideas, me refiero al silencio entre amigos, familias, que en vez de acudir a casa del hermano a felicitarle las navidades y tomar un anís, se conforma con el conocido SMS: “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, junto a tus familiares”, pero ¡si su familia eres tú!. O cuando tienes un amigo enfermo y en vez de ir a acompañarle de vez en cuando, como todavía tiene sus manitas en buen estado, decides que es mejor y más cómodo chatear por Internet. Escribir una carta a alguien querido se ha convertido en algo obsoleto, ¡qué equivocación!



No nos damos cuenta de que nuestros sentidos externos necesitan regenerarse emocionalmente. Ese amigo enfermo, seguro que mejoraría si te tuviera junto a él paliando su soledad, cogiendo sus manos, abrazando sus hombros mientras quedito le das esperanzas de alivio. Y no digamos de esa hermana que recibe una carta desde lejos, escrita con amor y llena de borrones provocados por las lágrimas de quién se la envió. Gracias a ella, tendrá un trozo de papel que guardar cerca del corazón y leer cada vez que necesite el calor de lo que allí se escribió.



Los abrazos, los besos, rozarse las manos, mirarse a los ojos o atesorar palabras de amor escritas por los demás, son medicamentos para la salud física y mental del ser humano, y no deberíamos sustituirlos (en la medida en que podamos evitarlo), por una máquina llena de números o letras.

Escrito por: Carmen F.S.
Imágenes: extraidas de Internet


8 comentarios:

  1. Que razón que tienes. No deberíamos dejarnos pero lo hacemos. No hay nada mejor como el contacto físico y presencial, tanto con amigos, familiares y demás. Aunque las nuevas tecnologías nos alejen físicamente de los seres cercanos, también es cierto que nos acercan a seres lejanos. Tendremos que encontrar el equilibrio. Un saludo.

    si pudieras me gustaría que leyeras en enlace que he puesto debajo y que me cuentes si te transmite algo.
    http://davidquintanapantoja32.blogspot.com/2010/10/quien-se-iba-imaginar.html

    ResponderEliminar
  2. Como verás te he dejado mi comentario en tu blog. Gracias por tu reflexión de éste artículo.
    Carmen

    ResponderEliminar
  3. Cuanta verdad las cosas que vamos perdiendo. Avanzamos tecnológicamente. Pero perdemos cosas muchos más esenciales. Gran entrada. beso

    http://el-ser-bohemio.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  4. Gracias por entrar Ser -Bohemio, es cierto, a veces pienso que no compensa lo que ganamos con lo que perdemos.
    Carmen

    ResponderEliminar
  5. Excelente reflexión, ainsss si es que no encontramos el termino medio...
    muaccs

    ResponderEliminar
  6. Carmen, pasa por mi Blog, pincha en la imagen que dice "PREMIOS Y REGALOS", hay algo para ti.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Gracias Taty, es un honor para mi, de todos los que conozco, mi poeta favorita. Un abrazo.
    Carmen

    ResponderEliminar
  8. Una carta que escribí, la chica a la que iba dirigida se la enseñó a sus hijos para que vieran lo que era una carta de verdad. Estamos perdiendo algo muy bueno, porque la carta no es sólo lo que dice en ella; conocer la letra de una persona te la acerca mucho más.
    Gracias por una reflexión tan bonita.
    Un abrazote
    marian

    ResponderEliminar